ABRAZADA AL VIENTO

Voy abrazada al viento...

Recorriendo cada sonrisa sin rumbo
¡en mi barquita de sentimientos!
Acariciando cada gota
¡y rozando el diminuto aire!
que de otras bocas brota

Y voy abrazada al viento...

Anudando cada respiración sin meta
¡en una carrera de emociones!
Besando cada suspiro
¡y saltando entre las miradas!
que de otras pupilas se han ido

Y ya ves...

En un tiempo sin recorrido exacto
¡atravesando en silencio la orilla!
Desgastando hasta las razones
¡que desordenan tanto la vida!

Y ya ves...

En un vacío que se apresuró
¡llenando de palabras las rimas!
Escuchando el último hilo de voz
¡que de los labios ahora desliza!

Voy abrazada al viento...

Desajustando cada milímetro de luz
¡de esa oscuridad indefinida!
Ilimitando a la propia libertad
¡y volando entre los sueños!
que en otras camas anidan

Y voy... abrazada al viento

Viajando entre lo absurdo y lo incierto
¡siendo caricia entre sus manos!
y beso escurridizo de algún momento

Y ya ves...

Aquí sigo ...
¡Abrazada al viento!
Y recorriendo con mi barquita
¡la desnudez de los sentimiento!

UNA COMPOSICIÓN DE CARCAJADAS

Cruzaron sus miradas...
Las pupilas vestidas de brillos
¡de repente se desnudaban!

Rozaron sus manos...
Los labios difusos de olvido
¡un dibujo improvisaban!

Y traspasaron la inocencia
¡antes de ser fusilada!
Interponiendo sus risas
¡a la seriedad que las
observaba!

Un pedacito de burla
¡insignificante y sin parada!
Una dulce ironía infantil
¡componían las carcajadas!

¡Y reían y reían!
En un mundo que apenas giraba

Cruzaron sus miradas...
Las lágrimas sedientas de frío
¡sin vergüenza ahora mojaban!

Rozaron sus manos...
Las bocas que ayer entumecían
¡hoy de sonrisas se pintaban!

Y conscientes de la artillería
¡que sin gatillo disparaba!
Transitaban despacito
¡por el jardín de la nada!

Una risa que no avisa,
otra libre ¡que siempre se escapa!
Una carcajada que vuela con prisas
¡como mariposa en la mirada!

¡Y reían y reían!
En el mundo que apenas giraba








 

LOS DESERTORES DEL ALMA

Se escapaban los besos
por los botones de una boca
que no abrochaba

Los clásicos versos de amor
¡en prosa inútil se perfilaban!

Una moralidad perpleja
impugnando ¡a una ética desconcertada!
Una dignidad suicida
medicándose ¡ante una incrédula mirada!
Y una gota de lágrima desértica
¡ahogándose mientras se baña!

Se marchaban las caricias
por las cremalleras de una piel
que no cerraba

Las rimas inexistentes
¡en frases ocupadas se transformaban!

Una sensibilidad asustada
culpando ¡a una fragilidad ya rancia!
Un sueño que se precipita
¡en el barranco de las palabras!
Y un humor húmedo de risas
¡suplicando carcajadas!

Se esfumaban los te quiero
por el tacón del zapato
que calzaba

Los poemas doblados
¡encajonados en estrofas olvidadas!

Un miedo aterrado
asustando ¡a una idea extraviada!
Una sonrisa que se maquilla
¡en el espejo de otras almas!
Y un silencio melodioso
¡recorriendo mil miradas!

Se escapaban los besos...
Y las caricias se escapaban...





 

INSOMNIO BUSCA CARICIA

Ayer cuando no dormía...

Quise sentir un tiempo
que no era mío ¡uno prestado!
Recoloqué los segundos huérfanos
de momentos ¡colocando minutos
de instantes parados!
Y decoré las horas paridas
¡por las que un día abortaron!

Pude mirar aquellos ojos antiguos
¡pasear con sus pupilas de la mano!
Detenerme en una lágrima partida
¡y caminar mojada a su lado!
Reflejarme en el misterio nocturno
¡y ser sequía de su llanto profano!

Ayer cuando no dormía...
 

Quise tocar de su piel la arruga indiscreta
¡que moría por nacer!
Esclava y cautiva de poro desmaquillado
¡cómplice silenciosa de pieles muertas!
que un día se suicidaron
Y decoré las viejas caricias
¡por otras que entre los dedos se escaparon!

Pude saborear murmullos ocultos
definiendo dibujos ¡entre su labio y mi labio!
Me hice eco de esa boca que no habla
¡ruido inadvertido de otra que nunca había callado!
Y me convertí en beso escurridizo de pocas palabras
¡soplo de risa fría! sin liberar carcajadas

Ayer cuando no dormía...

Era sombra de otra vida
Verso perdido ¡buscando rima!
Paso descalzo de un llanto
Huella de una bonita sonrisa
Era sueño aguardando sin paraguas
¡a la despeinada pesadilla!
Insomnio de tus sueños
¡deseando ser caricia! 

EL SALTO

¡Salta!
Me dijo con ojeras desgastadas...

Deja a la impaciencia a oscuras
¡y desnúdate ante otra locura!

¡Salta!
Me dijo con labios sumergidos...

Deja a la boca en silencio
¡y vístela de otros deseos!

¡Y salté!

Caminé de puntillas
por aquella humildad
¡despeinando hasta el despertar!
Sentía en los talones descalzos
como el pasado
¡impulsaba cada paso!

Bebí de una respiración entrecortada
¡evaporándome en un silencio maduro!
Acompañé su suspiros derrochados
¡haciéndome viento derretido en sus brazos!

¡Salta más alto!
Me dijo con dulce mirada...

Deja que se recree la inconsciencia
en los jardines de la nada

¡Salta más alto!
Me dijo mientras me abrazaba...

¡Y salté!

Volé sin miedo por la ingenuidad
¡protagonista de su despertar!
Y acaricié los minutos detenidos de su boca
¡besando los segundos escasos de sus labios!

Y arropando el sonido del eco
¡que dormía a mi lado!
Desperté de ese sueño
¡que no había sido soñado!







 

LA VENTANA DEL POETA

Mira el famoso poeta

¡mira desde la famosa ventana!

Como quien busca una hilera de frases

¡azotando infinitas palabras!

Dejando hueco a los ruidos

¡para silenciarlos desde el alma!

 

Mira la censurada poetisa

¡mira desde la censurada ventana!

Como quien busca una espuma sin fondo

¡agitando cada gota de agua!

Dejando hueco a los silencios

¡para gritarlos desde el alma!

 

Y escuchan el paso del sonidos...

¡la inspiración de la que todos hablan!

Escuchan la pisada del minuto...

¡como zancada de un tiempo que pasa!

Escuchan la huella del pasado...

¡como caricia recorriendo una espalda!

 

Mira el excéntrico poeta

¡mira a su musa hipnotizada!

Como quien descalza a un segundo imposible

¡para revestir a una hora ya usada!

Y resurgen las ideas

¡liberándose de las más bastardas!

 

Mira la polémica poetisa

¡mira sin decir nada!

Mira al famoso poeta

¡tiñe al filósofo de canas!

Mira al arquitecto de sueños
¡calvo de no soñar nada!
Mira al diseñador de ecos
¡cautivado de una sordera nefasta!

Y mira...
Y mira desde la lejana ventana
Apoderándose de la musa,
de la inspiración, del poeta
¡y la mañana!
Bebiéndose a sorbos los sentidos
¡siempre con la ventana cerrada!



 

 

 

 

 

 

 

EL ESCAPARATE

Como cada amanecer...
Aparecería la persona
¡que otros querían ver!
Colocándose con cuidado
¡moviendo despacito los pies!
El escaparate lo hacía suyo
¡reflejándose en otro ser!

Compartía escenario
con latidos silenciosos
¡que jamás escucharía!
Con sombras indefinidas
¡que jamás definiría!

Como cada mañana...
Guardaría la esencia de su alma
¡aposentándose en los rincones!
de miradas que no ven nada

Compartía párpados caídos
¡que se suicidan entre lágrimas!
Pupilas descoloridas de arte
¡que se borraron sin ser pintadas!

Y como cada día...
¡la vida pasaba!

Pasaban sus mañanas de otoño
¡respirando sin ser respirada!
Pasaban sus tardes de invierno
¡esperando sin ser esperada!

Como cada tarde...
Escondería la personalidad
con la que traficaba
¡escurriéndose entre las bocas!
de aquellos alijos que no fumaba

Compartía caminos vacíos
¡que desaparecen sin pisadas!
Atajos indivisibles de momentos
¡que sin huellas descalzos quedaban!

Y como cada noche...
Desvestiría de nuevo su desnudez
ante la disfrazada nada
¡resbalándose entre las pieles!
de aquellos cuerpos que inventaba

Compartiendo escenas arrítmicas
¡que temblando la dejaban!
Sueños invisibles de tiempos
¡que de ilusiones desnudos quedaban!

Y como cada noche...
¡la vida pasaba!

Pasaban los segundos indigestos
¡besando sin ser besada!
Pasaban los minutos indefensos
¡suspirando sin ser suspirada!

Y pasaban los días... ¡tan discretos!
en el escaparate de miradas
¡que se le escaba la vida!
Viviendo sin vivir nada