¡ Te invito a volar !
Abrí el libro por la página 27
capítulo sin acabar
¡ el vuelo del miedo !
Eras el misterio que pintaba siniestro
el cuadro más iluminado,
¡ el que de puntillas pasea por el sendero personificado !
Has sido capaz de conquistar con astucia las palmas de mis manos,
capaz de bailar un tango en el silencio de mis labios,
capaz de mirar mis ojos
¡ en los que te habías instalado !
Has sido acento de mi palabra
¡ el trago de veneno al que día a día me invitabas !
calzado de mis pies, arruga de mi piel
el que hurtó mis alas ¡ ladrón de mi propia calma !
Argumento sonrojado de sentido atrofiado
¡ los trazos de un tiempo absurdo y parado !
¿ Quién contigo no ha volado ?
¿ Quién no te escuchó hablar sin estar a tú lado ?
Y te aposentaste en mi regazo,
y te diste permiso para dibujarte entre mis brazos
¡ y fuiste el desnudo de mi cuerpo articulado !
el caminante extravagante hambriento de pasado !
¿ Cómo despertar el tiempo reposado ?
el minuto en que inmóvil las pupilas me dejaron,
¡ ese tiempo que con tus gritos mis hombros encorbaron !
¡ Te invito a volar !
No soy ola a la que debas abrazar,
¡ ni soy agua de viento a la que puedas besar !
no soy contrabandista de tus emociones
¡ ni tan si quiera la melodía de tus canciones !
Deja mi mano descansar,
deja mis pasos caminar,
¡ deja que vuele hacia donde quiera volar !
hoy no respiraré tú aire ¡ no lo quiero respirar !
Se llenaron de ternura mis espacios,
y allí lejos en el desierto con un beso envejecido
¡ he desnudado mis labios y he gritado en el vacío !
Tú ya no eres mi risa ni mi sonrisa,
ya no eres mi llanto ni mi canto,
ya no ensordeces mis sentidos
¡ tú vuelo ya no es mi latido !
Miedo te invito a volar
¡ la página 27 la doblé sin mirar !