Es un amor de esos que acarician
sutilmente el alma, de los que besan
en los labios con la mirada,
de esos que despiertan las emociones
con una delicada palabra
De los artistas, de los que crean,
de esos que hacen "todo" de un nada
Un amor que perfila huellas
en mi desdibujada espalda
y que pintando entre los poros
el plural de un te quiero
¡conjuga latidos!
de melodía improvisada
De los bohemios, de los que sueñan,
de esos que hacen ilusiones ¡sin magia!
Un amor diseñado para disfrazar mi piel
desnuda y vestir ¡la desnudez del alma!
Es un amor de esos que arañan
suavemente las entrañas, de los
que atraviesan los sentidos
con las manos cerradas,
de esos que ajustan desequilibrios
con una bonita palabra
De los atrevidos, de los dispuestos,
de esos que hacen sin deshacer nada
Un amor que escribe vida
en mi ausente calma
y que respirando entre las impaciencias
el singular de mis ganas
¡crea provocaciones!
de serenidad inusitada
De los sensibles, de los sinceros,
de esos que hacen suspirar ¡con elegancia!
Un amor diseñado para recorrer
mi infinito y liberar ¡los sueños sin alas!
Entró por la rendija de la puerta semicerrada, por ese huequecito que nadie pisa y pocos traspasan.
Llegaba silenciosa, desnuda,
dirigida por sus curvas en cada movimiento,
los guantes tapizando sus huellas dactilares
y los zapatos de tacón recolgando entre los dedos.
Llegaba con los ojos sedientos de miradas.
...Miradas de las que invaden labios en calma y provocan besos inquietos,
miradas de las que
húmedas recorren pupilas resolviendo
la sequía de algunos momentos.
...Miradas de las que
soplan, de las que giran,
de las que mezclan instantes con recuerdos,
de esas que eclipsan ojos huérfanos
y de esas otras que huérfanas ¡eclipsan momentos!
Recorrió descalza tres cuartas partes de un suspiro
ajustando respiraciones a la piel de un silencio,
liberó atragantados estilos entretenidos provocando
el desnudo ¡de ese minuto que se viste de tiempo!
La observaban un señor con gafas de pulso absurdo,
otro con corbata de pasión inquieto,
el que presume de canas y surcos
y otro que por lo visto nació sin complejos.
Una mujer de estilo definido,
de edad avanzada y avanzado ingenio,
otra con chaqueta ajustada presionando al olvido
y la señora que de tanto comulgar ¡a su hijo hizo ateo!
La miraba con precisión una distinguida dama
que de letras acostumbra a pintar sus momentos,
... su asistenta ¡casi sin pulso!
y la prima de ésta que vestida de luto
se reinventa desde hace tiempo.
Otra, amiga de la infancia que entre óleos y desnudos
sorprende a la copa, al líquido ¡y hasta al sediento!
La hija menor de la primera
que con camisa de once varas y más de
¡doce botones en el sombrero!
acaricia la mano arrugada de su madre
y la pierna de la vecina del quinto
que de apariencias entiende un rato
y de ratos llena aparentes misterios.
Ella se quedó de pie en el estrado,
sobre la tarima flotante que no dice nada,
tan desnuda como libre, tan artista como sabia,
callada, muy callada, delincuente con carisma
de esas... ¡de esas que roban almas!
La chica de rizos sonríe, se pierde entre sus ganas,
entre sus pieles, sus perfiles, entre caricias
¡aún no inventadas!
Los pulsos se dividen y las emociones se multiplican
¡simplemente entre palabras!
Corre la imaginación incesante, ansiosa,
a veces vacía de rima, otras disfrazada de prosa.
Corre descalza con ella y con la otra,
con el señor de corbata y con el que se peinó a la moda,
con la mujer que apretada se justifica
y con la que de religión llena su alcoba.
Corre libre sin necesidad de calles,
sin necesidad de esquinas, sin ocupar espacios,
sin ocupar lugares
Corre... ¡por donde nadie camina!
De repente se detiene ante la oscuridad
luminosa del que ya nada ilumina,
entre luces apagadas y sombras encendidas.
Se detiene ante la necesidad imperiosa
del que ya ¡nada necesita!
Entre conciertos desequilibrados
y concertistas equilibristas.
Las manos disfrazadas recorren su cuerpo
fragmentado de curvas infinitas
y con el dedo pulgar roza sus labios
definiendo una sonrisa.
Entonces cae sobre el escenario
que segundos antes ¡presenció como nacía!
Cae con las pulsaciones aceleradas
y los ritmos acariciando la arritmia,
con sentimientos encontrados
y el pensamiento perdido entre líneas.
Cae dejando libre su esencia para que
otros la llenen de vida...
Y desaparece en la nada dejando huellas
donde ¡ni pasos habían!
Se hace silencio para quienes no quieren oír
y grito para quienes lo necesitan
Es música del alma, obra de arte, magia...
Poesía