lunes, 1 de agosto de 2016

EL BUS, LA FRAGILIDAD Y SUS REFUGIADOS

Una sonrisa y un breve mandato...
El cielo lo envuelve todo, su piel se desviste de etiquetas 
para vestirse del azul 
¡el más cobalto!

Una creencia y un distinguido llanto...
El mar lo inunda todo, su mente se hidrata de ingenio para tragarse de la sensatez 
¡lo más insensato!

Y se asoma entre los cristales la enseñanza 
zurcida del cosido de un abrazo
...Su vuelo late ¡libre!
Nadie puede alcanzarlo

Un castillo y un refugiado estado,

su condena lo representa todo
¡hay cadenas de rabia!
a los gritos amordazando
...Nadie se acerca al sangriento
Y entre sus dedos 
el silencio se va encajando

Un abismo y un sentimiento inventado,
la ajena mirada lo invade todo,
¡hay deseos temblorosos!
a los temblores deseando
...Alguien se aproxima al pecado
Y entre sus caricias
los gritos se van callando

Y se retuerce entre las ideas
la fragilidad atrevida 
del esbozo de un humano
...Su ser grita ¡esclavo!
El mío desea liberarlo 

Y es que en el bus de los refugiados
hay sonrisas que muerden,
miradas que enamoran 
y besos que no se han dado