jueves, 6 de junio de 2013

EL ESCAPARATE

Como cada amanecer...
Aparecería la persona
¡que otros querían ver!
Colocándose con cuidado
¡moviendo despacito los pies!
El escaparate lo hacía suyo
¡reflejándose en otro ser!

Compartía escenario
con latidos silenciosos
¡que jamás escucharía!
Con sombras indefinidas
¡que jamás definiría!

Como cada mañana...
Guardaría la esencia de su alma
¡aposentándose en los rincones!
de miradas que no ven nada

Compartía párpados caídos
¡que se suicidan entre lágrimas!
Pupilas descoloridas de arte
¡que se borraron sin ser pintadas!

Y como cada día...
¡la vida pasaba!

Pasaban sus mañanas de otoño
¡respirando sin ser respirada!
Pasaban sus tardes de invierno
¡esperando sin ser esperada!

Como cada tarde...
Escondería la personalidad
con la que traficaba
¡escurriéndose entre las bocas!
de aquellos alijos que no fumaba

Compartía caminos vacíos
¡que desaparecen sin pisadas!
Atajos indivisibles de momentos
¡que sin huellas descalzos quedaban!

Y como cada noche...
Desvestiría de nuevo su desnudez
ante la disfrazada nada
¡resbalándose entre las pieles!
de aquellos cuerpos que inventaba

Compartiendo escenas arrítmicas
¡que temblando la dejaban!
Sueños invisibles de tiempos
¡que de ilusiones desnudos quedaban!

Y como cada noche...
¡la vida pasaba!

Pasaban los segundos indigestos
¡besando sin ser besada!
Pasaban los minutos indefensos
¡suspirando sin ser suspirada!

Y pasaban los días... ¡tan discretos!
en el escaparate de miradas
¡que se le escaba la vida!
Viviendo sin vivir nada







 

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