martes, 18 de diciembre de 2012

EL PALCO Y LA PIANISTA

¡Desde el palco la miraba!

Con dulce armonía
y un encanto deslumbrante
subía al escenario aquella hermosa mujer
¡su única amante!

Tomó asiento,

el piano la esperaba,
el último concierto
¡a su único amor dedicaba!

La acompañaban la vejez,

unas manos arrugadas
y unas ideas escritas de tiempo ¡que en las teclas dibujaba!

Calzada de ternura

y vestida de años
¡desnudaba cada sentimiento mientras vestía al piano!

Él de pelo cano y mirada enamorada,

con sonrisa envejecida
¡desde el palco la miraba!

Con los ojos vacíos de ausencia y sosteniendo

cada nota entusiasmada,
se dispuso a peinar el piano 
¡para despeinar con dulzura el alma!

Desde el palco él la miraba

¡con una sonrisa llenita de tiempo!
y un amor que iluminaba

¡La miraba...simplemente la miraba!

Ella tocaba y tocaba...

Movía todo su cuerpo
¡el temblor no la abandonaba!
y los convertía en sutiles movimientos
¡que con mucho arte adornaba!

Lo vi desde el palco

¡y sentí como se amaban!
Como cada arruga de sus cuerpos
¡en mi cuerpo se posaba!

Lo vi desde el palco

¡y sentí como se amaban!
Como moría hasta la vejez
¡ante aquellas hermosas miradas!









No hay comentarios:

Publicar un comentario