A ella que resumió su vida para describir la mía,
redujo su espacio para regalarme el universo.
A él que me vistió de fuerza,
que plasmó su mirada en la de mi hija,
que me regaló su último soplo de vida.
A ella, la que sigue velando en mi vida.
A él, el que sigue velando en mis sueños.
Os quiero
Y me olvidé de mí, olvidé quien era, olvidé cómo sucede lo que transcurre ¡y cómo se paraliza lo que espera! Y dejé de ser, dejé libre a la sombra que encarcelada a mi cuerpo se aferra ¡dejé que lo absurdo me atrajese! Y que lo inútil me sedujera Me abracé a la soledad ¡sin temor que me abrazase ella! Bebí de sus labios ¡sin miedo que bebiese de los míos! Y dejando de ser presa de mi piel ¡me desnudé con ella! Y dejé que las razones desfilasen ¡por la peligrosa cuerda! Y que la consciencia saltase al vacío ¡sin el peso de las viperinas lenguas! Y sí... Me olvidé de mí ¡para dejar pasar a quien era! Olvidé lo que sucedía ¡para que transcurriese lo que estaba en espera! Y sí... Dejé de ser ¡para sentirme sombra de quien era! Para respirar otros suspiros y suspirar otras esencias
Muy lejos Una mariposa vuela Su cuerpo viaja desnudo, sus formas son mañanas, sus colores buscan cobijo ¡en las sombras de una luna imaginada! Entre aires de tiempos diversos ¡agita libre su alma! Y entre respiraciones y suspiros ¡encuentra la infinita calma! Lejos... Muy lejos Una mariposa vuela Sus sentidos despiertan serenos, sus emociones se hacen palabras, sus latidos buscan discretos ¡en el misterioso silencio la magia! Entre vientos de distancias invisibles ¡gira con estilo su espalda! Y entre giros y regiros ¡acarician el cielo sus alas! Cerca... Muy cerca Una gota se balancea en la nada Sus ideas se humedecen, sus pensamientos se embriagan ¡y una humedad se concentra! vertiendo en el eco sus aguas Entre caer y cayendo mojando ¡mojaba! Y entre sentir y sintiendo ¡amando resbala! Cerca... Muy cerca una gota se derrama Su cuerpo se desborda, su piel se hace escarcha ¡y una forma se deforma! reformando así sus alas Entre vivir y viviendo vive ¡emocionada! Y entre querer y queriendo ¡de la vida enamorada! Lejos... Muy lejos una mariposa vuela Versando versos ¡rimando palabras! Besando los labios suaves de una gotita de agua
Dime que me quieres hasta que vuelva a volar aquel ave de paso ¡Dímelo! Hasta que la soledad entre nosotros ¡se distinga por sus pasos! Hasta que se confundan los silencios ¡con murmullos desahogados! Dime que me quieres hasta que el rocío se convierta en sólido espacio ¡Dímelo! Hasta que la ola y sus espumas ¡rompan en nuestros labios! Hasta que griten los poros encendidos ¡los gemidos extasiados! Dime que me quieres hasta que el sentido se escuche callado ¡Dímelo! Hasta que las ilusiones se queden sin ropa ¡y se vistan los sueños de orgasmos! Hasta que tiriten los propios placeres ¡las pieles y las manos! Dime que me quieres hasta que la locura se apodere de mis labios ¡Dímelo! Hasta que la desnudez se pinte de arte ¡y con arte desnudemos lo amado! Hasta que caigan las eróticas miradas ¡rendidas ante los párpados! Dime que me quieres hasta que la razón se haga pequeña ¡Dímelo! Hasta que el pensamiento y la consciencia ¡no tengan significado! Hasta agotar el aire que respiro ¡y vuelva a volar el ave de paso!