Se secaba un labio mojado
¡una boca se vertía callada!
Y una sonrisa vestida de domingo
¡por la mejilla se asomaba!
No era poeta
¡ni pintora de argumentos
pasados de moda!
No era sentido
¡ni coherencia de pensamientos
llegando a su hora!
Era un ayer
Una niñez columpiándose
entre absurdas ideas.
Una infancia corriendo descalza
entre razones descolocadas
¡y discrepando entre ellas!
Unos ojos que se escapan
¡una huella pisando la hierba!
Aquellos labios donde retumbaban
¡las carcajadas que hoy no suenan!
Se acurrucó un miedo en la pupila
¡Se agachaba el muy cobarde!
Tras el iris se escondía
Y un terror emocional denudo
¡resbaló por la mejilla!
No era diseñadora
¡ni representante de sutiles caricias!
No era motivo
¡ni equilibrio en la mente
de una inspiración distinguida!
Era un momento
Un sueño que nunca dormía,
una libertad postrada en el alma
¡una palabra suspendida!
La piel sedienta de silencios,
una calma que no existía.
Un tiempo entre los dedos
¡escurriéndose con prisa!
No era arte
¡ni si quiera artista!
No era locura
¡ni sensatez bailando atrevida!
Era un ahora
Un grano de arena secillo,
una gota de agua sumergida.
Sentidos y emociones vagando
¡de puntillas por la vida!
De puntillas y sin hacer ruido. Me dejas la sensibilidad a flor de piel amiga.
ResponderEliminarMina
espléndida... se agotaron las palabras...
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