lunes, 21 de octubre de 2013

UN EGO EN GABARDINA


Creíste ser parte de la historia
que recorrían los surcos
de sus manos.
La bonita sonrisa que día tras día desembocaba en sus labios.

Creíste ser la eterna enamorada
¡de lo que no se dijo!
De aquello que grita
¡de lo que siempre calla!
La bonita mirada 
¡que sin mirarse lo dice todo!
Gemela de otra 
¡que nunca dice nada!

Y te faltó un suspiro,
un te quiero fuera de tiempo,
una respiración imaginada.
Un aroma sin olor
¡una fragancia inventada!

Te faltó un tiempo desenmascarado,
aquel latido que no cuenta
¡los latidos que ya han sonado!
Un susurro de los que se aleja
¡un murmullo de los que se va acercando!

Creíste ser fragmento de su poema,
exclamación en su narración,
¡las comillas de un título oxidado!
Onomatopeya de su risa
¡protagonista de su libro cerrado!

Creíste ser resaca de su orgullo
¡embriaguez de un ego asesinado!
Insulto de algunos segundos,
un reloj confuso de arena
¡de horas y minutos plagiados!

Y te faltó un elegante cosido,
¡un zurcido emocionado!
Un descosido más discreto
¡y un ojal mirando hacia el lado!

Te faltó una sonrisa pasajera
¡de esas que buscan los labios!
Una caricia en la mejilla
¡el beso que dejaste guardado!

Creíste ser y no eras,
creíste estar ¡sin haber estado!
A veces el ego camina desnudo
y otras con gabardina... 
¡tan sólo mira hacia abajo!

3 comentarios:

  1. Qué bonito, gracias por provocar que pensemos.

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  2. Gracias a vosotros por provocar ideas. Gracias por creer en mi y acompañarme con vuestra amistad incondicional hasta donde sea...

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  3. Cada uno creemos lo que no somos. Algún día, descubriremos que las gabardinas han huído -también- de nosotros.
    Abrazos, siempre

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